El árbol caído del GoFit y tu agenda podrida

Se cayó un árbol en la piscina del GoFit de mi barrio. Un árbol enorme, pesado, visible. Cayó como caen las cosas que llevan tiempo podridas, pero nadie se atreve a mirar.

Desde entonces, el tercio de la piscina que ocupaba está clausurado. Le han puesto una valla y una cinta roja. Ni se retira el árbol. Ni se repara el daño. Solo se oculta el síntoma. Y se finge que todo está controlado.

El problema no es el árbol. El problema es que los tornos de entrada llevan dos años funcionando mal. El personal está desmotivado. La atención al cliente brilla por su ausencia. Las ramas se caen sobre la acera. La lista de espera es eterna. Y aún así, la gente paga.

Paga por entrar a un centro que hace diez años fue un referente… y hoy es un recordatorio diario de lo que pasa cuando dejas que el deterioro se vuelva rutina.

Y aquí viene el giro: esto no va del gimnasio. Esto va de ti.

Tu día a día también está lleno de árboles caídos

Tu agenda está llena de tareas que no importan. Reuniones que no cambian nada. Correos que no suman. Proyectos que no van a ningún sitio. Pero sigues ahí. Haciendo como que haces. Y cuando algo se cae, pones una valla emocional y lo rodeas con excusas.

El árbol eres tú. Tus prioridades que nadie poda. Tu foco hecho trizas. Tu energía tirada por el suelo. Tu incapacidad para parar y decir: “esto no puede seguir así”.

No es que trabajes mucho. Es que trabajas sin intención. No es que estés estresado. Es que estás desequilibrado.

Porque cuando lo urgente gobierna tu vida, lo importante se oxida. Y cuando dejas de decidir, todo se decide por ti.

Vivimos en modo parche. Parcheamos los sistemas. Parcheamos a los equipos. Parcheamos nuestra salud. Parcheamos relaciones. Y nos preguntamos por qué todo está en piloto automático.

La respuesta es simple: has confundido estar ocupado con avanzar. Y eso se paga.

¿Y si este curso fuera la poda que necesitas?

He creado un curso que no promete milagros, ni gurús, ni fórmulas mágicas de productividad con nombres anglosajones. Se llama FOCO Y PRODUCTIVIDAD, y es exactamente lo que tú no estás haciendo ahora mismo: parar. Pensar. Elegir.

En este curso vas a trabajar desde el primer minuto sobre lo que realmente pesa. Vas a revisar tus jornadas como quien revisa un almacén lleno de cosas inútiles. Vas a dejar de vivir para tachar tareas de una lista que no lleva a ninguna parte.

Y lo más importante: vas a entender que el desequilibrio no se soluciona con más esfuerzo. Se soluciona con menos mierda.

Porque tú no necesitas más herramientas. Necesitas eliminar lo que sobra.

La lección 4 del curso es clave: Cómo gestionar el desequilibrio. Y no es teoría. Es bisturí. Vas a aprender a ver el árbol antes de que caiga. A cortar lo que ya no da sombra. A sacar el hacha cuando toca. Aunque duela.

No tengo una app que lo haga por ti. Tengo un sistema. Crudo, directo, incómodo. Pero real.

Si quieres seguir jugando al gimnasio mental, este curso no es para ti. Pero si sabes que algo dentro se ha caído hace tiempo… y no te atreves a quitar la valla, entonces sí. Es para ti.

Lo podrido no se arregla con cinta. Se corta

¿Sabes qué tienen en común un gimnasio en decadencia y un CEO saturado?

Que ambos están llenos de vallas, cintas y mensajes del tipo: “estamos trabajando en ello”. Pero en realidad… nadie está haciendo nada.

Tu equipo lo nota. Tus clientes lo sienten. Y tú lo sabes. Porque llevas tiempo levantándote con la sensación de que todo está a punto de romperse. Pero no sabes por dónde empezar.

Empieza aquí.

No para tener más disciplina. Sino para dejar de vivir engañado.

Este curso no es cómodo. Pero tampoco lo es ver tu negocio desmoronarse en silencio. Aquí vas a mirar de frente lo que has evitado durante años. Y vas a volver a decidir. Sin vallas. Sin excusas. Sin miedo.

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