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Mi principal objetivo es tener, como mínimo, tres meses de ahorros que me permitan vivir sin recibir ingresos de ningún tipo. Pero no porque venga un coronavirus, sino por tener una vida tranquila y con cierta consistencia financiera.

Si el colchón puede ser de seis meses o un año, mejor que mejor.

Ejemplo: si mi vida me cuesta tres 3000€ al mes, dato que me dará el primer punto, necesitaré un colchón de 9.000€ de grosor para aguantar tres meses a la intemperie. Ahora hemos visto que puede pasar.

El mejor método que conozco es el pre-ahorro: lo primero que hago cuando recibo la nómina o cualquier ingreso regular, es apartar un 10% para no contar con ello. Eso irá nutriendo mi ahorro y luego mi colchón. Si es un 5% también vale.

Cobrar 1000€ y guardar 100€: que son 1200€ al año. Cada uno lo que pueda. Todo suma.

Mi estructura económica se puede resumir en:

1. Cuenta corriente: en la que se produce el ingreso de nóminas y demás. También los gastos corrientes mensuales y las compras cotidianas de comida, ocio, etc…

2. Bote de contención: es todo aquello que forma parte de gastos futuros y previsibles: el seguro del coche, de la casa, el IBI, las vacaciones (que más o menos sé lo que me cuestan cada año), el nuevo Iphone y todas esas cositas.

Lo ideal es tener presupuestado todo lo que tengo la certeza que ocurrirá en mi vida económica porque se repite de forma periódica.

Es bueno fomentar la ilusión de ahorrar para eso que me quiero comprar. Ser consciente de que, si quiero hacer un viaje familiar o un capricho, lo mejor es tener un AHORRO que me permita afrontar esos gastos extra, sin tocar el resto de la economía del día a día ni el colchón de seguridad

Lo de comprar a plazos o por impulso productos caros va en contra de la calidad de vida y de mi sueño.

También te digo. Si te compras algo, que sea bueno. Ahorrarás tiempo y dinero. Esto no va de escasez, sino de usar el dinero con cabeza.

Ejemplo: si te compras un Iphone (con tus ahorros, sin endeudarte), tienes teléfono para más de cuatro años sin pestañear. Si te compras un Android de 200€, en año y medio hará cosas raras como la niña de El Exorcista.

Aviso: nada de pedir un crédito para comprarte el smartphone de la manzana o comprarte el Galaxy nuevo de cada año.

Ahorra… o nunca. ;-)

3. El colchón: es una cuenta diferente en la que dispongo de esos 9000€ de seguridad por si vienen MUY mal dadas. Este dinero está enterrado y no lo debo tocar salvo emergencia total. Está destinado para si se produce una crisis personal, familiar o laboral que me deje sin ingresos.

La única razón de existir de este colchón es mi calidad de sueño. Espero no tener que usarlo “nunca”.

Es cuando tengo esta estructura económica conseguida, cuando me planteo invertir parte del dinero que me “sobra”. Esto es muy importante que sea así, porque toda inversión conlleva un riesgo.

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Recuerda: el hábito de ahorrar para comprar aquello que nos hace ilusión es la única forma de no arruinar nuestro plan económico. Hacer presupuestos y previsiones sobre los gastos que sabemos que vamos a tener, es tomar el control sobre nuestra vida financiera.

Si todo está correcto y se cumple, solo en ese momento, es sensato invertir un dinero que podamos llegar a perder sin que nuestra economía se derrumbe.