Una pija en Wallapop

He vendido más de 30 productos en Wallapop y tengo unas calificaciones que rozan las cinco estrellas. Todas las experiencias que he tenido han sido como poco normales y casi siempre geniales.

Hasta que me topé con la pija de Wallapop. Se llama Yolanda y decidió comprarme tres productos mientras estaba de viaje fuera de Madrid. Me la imagino en una terminal de aeropuerto europeo matando el tiempo, aniquilando el mio y el de su marioneta conyugal.

De forma directa decidió hacerse con tres productos de mi escaparate para bebes. Un colchón de cuna y sendas cochonetas de invierno y verano para silla de la marca Tuc Tuc. ¿Hay alguien en casa?

Delegó en su marido remoto la tarea de recoger sus “compras”. Vino en un Golf rojo (que debería haberme hecho sospechar), pero no tuvo el detalle de comprobar el estado de lo que estaba comprando. Su mujer mientras, esperando feedback desde tierras lejanas. Atacadísima.

Hasta que recibió nuevas fotos, esta vez hechas por su marido. Y no le gustó lo que vió.

Supongo que vas viendo el sumidero de tiempo perdido que llevamos. Todo por una persona estresada e hiperactiva en modo “pollo sin cabeza”.

A pesar de las fotografias de los productos que hice, detalladas al maximo, que me llevaron mi tiempo y que el precio era un tercio del precio de mercado de cada producto… a la susodicha no le gustó lo que compró su calzonazos. Estamos en Wallapop, no de compras en la quinta avenida, pija de los (fill the gap).

Supongo que llevar una vida que no puede sostener, le hace recurrir a Wallapop para comprar gangas que parezcan nuevas y de marca. Todo con tal de aparentar lo que no es y lo que siempre será:

Una pija en Wallapop.

AUTOR: Nacho Caballero. Speaker y Formador experto en Storytelling y Motivación.

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