¿POR QUÉ TUS HIJOS YA SABEN QUE SON LOS PADRES? Storytelling navideño. (incluye versión podcast)

Doy por hecho que me dirijo a una audiencia a la que no voy a revelar ningún secreto. A pesar de todo, procuraré hacerlo con tacto. Porque el tema que quiero tratar hoy, es si te debes seguir preocupando de mantener la magia en estos días de Navidad en relación a tus hijos.

Nuestros queridos vástagos viven en una sociedad en la que los regalos brillan por su omnipresencia: ya sea porque en el Tiger encuentras monadas a dos euros, por las familias separadas que hacen que los presentes se dupliquen o porque, fíjate qué barata está esta chorrada en Ali Express; ¡voy a comprarla aunque no la necesite para nada!

Cuando yo creía ciegamente en la magia de la Navidad, había un contexto que hacía que lo que sucedía en sendas noches de estas fechas fuese mágico. Llegaban regalos que, ni por asomo, era posible recibir en otra época del año. Además, era un sentimiento colectivo en el que los padres de mis amigos se comportaban de forma parecida a los míos; se sincronizaban para que, por ejemplo, la misma Navidad recibiéramos todos los amigos el coche safari de los clicks de famobil (before Playmobil)