Luchar contra las expectativas del lugar de origen: ¿cómo alcanzar nuestras metas?

La semana que viene tengo un evento en Leganés.

Sí. Donde el Monstruo. Juas.

Se trata de un evento ante la asociación de empresarias de esta localidad que me vio crecer y hacer el ganso.

Vuelvo a mis orígenes.

Está bien esto de los orígenes porque te recuerdan de dónde vienes.

Está también bien que no tienen por qué marcar tu destino.

Quiero decir. Mucha gente nace en un sitio y se limita a replicar lo que han hecho sus padres.

Es una excusa que vale para todo. Incluso para no crecer o hacer tu propia vida. ¿Te suena?

No es mi caso.

Me gustar ir a Leganés como turista emocional. Ni que fuera Brujas o Praga.

Leganés es feo y el único atractivo es ver a mi familia y a algún vecino en el descuento de la vida.

También he descubierto que La Plaza en la que crecí ya no existe. Solo queda el casco.

Falta toda la gente que había cuando La Plaza era mi barrio.

No pasa nada.

Se llama evolucionar, crecer, llámalo arroz... como decía mi padre.

Hablando de padres. Los míos se vinieron a vivir a Leganés. No se quedaron a vivir donde nacieron.

Ni que fuera Brujas o Praga.

Espera... p**o copiar-pegar.