La polarización en el marketing: cómo atraer a tus clientes ideales y manejar a tus haters

"Te has columpiado. Me parece absolutamente ofensivo y fuera de lugar"

Esto es lo que me ha escrito un receptor de mis correos.

Un correo con una tasa de apertura del 40% y solo cinco bajas de mi lista.

Muy menos del 1%.

Solo él ha verbalizado lo que ha sentido al leer mis palabras.

Si recibes mis correos, igual te cuesta adivinar cuál de ellos merece esta respuesta.

Tenemos la piel muy fina. Finísima… y no de Campofrío.

Eso, lejos de ser un problema, es una oportunidad enorme.

Porque si no polarizas, vas a comenzar a relacionarte con coleccionistas de propuestas o con gente que quiere socializar contigo pero no comprarte nada.

¿Te suena?

Vas a tener la sensación de que tienes un montón de clientes calientes y el corazón mas frío que una reunión entre Ayuso y Sánchez.

Nunca antes en la historia ha sido tan fácil ofender a un sociedad híper pielgallinizada y que se ofende si le miras raro o toses a destiempo.

Aprovéchalo.

Si todavía no estás recibiendo mensajes como el del asunto de este correo, es que no lo estás haciendo bien.

No se trata de ofender por ofender. Se trata de tachar de tu CRM a todos esos contactos zombis que, dependiendo de la cantidad, te están haciendo pagar una cuota mayor del propio CRM. Detecta y elimina. Como el Filvit.