Ocurrió en 2013.
Candela Peña recoge su tercer Goya.
Los Goya: La ceremonia esa en la que el mundo del Cine se disfraza de millonarios, aunque no lo sean, salvo excepciones.
Al recoger ese premio hizo algo que es una lección en sí misma.
Reclamar trabajo.
Llevaba 3 años sin trabajar antes del papel que le dio el Premio.
Un Premio que no paga facturas.
Le quitó todo el glamour a su aspecto y pidió oportunidades y trabajo. Por ese orden.
Hay demasiada gente que se piensa que son tan buenos que ofrecerse es rebajarse.
Hay gente tan metida y bien considerada en una empresa, que no son conscientes del poco valor real que tienen en el mercado laboral sin los protectores del peloteo corporativo.
Candela dijo lo que todos piensan.
Que gracias por premiarme, pero que lo que necesito es curro.
Continuidad y oportunidades.
Que me importa una mierda esta ropa y este maquillaje.
Que soy buena, joder.
Esta actriz ha crecido tanto en estos años… que ha llegado “El Caso Asunta” (Netflix)
“Tú no”
“Tú no”
“Tú no”
“Tú no”
Hasta 4 veces le dijeron que el papel que le ofrecían era el de la Guardia Civil.
Que el de Rosario Porto estaba pendiente de dos actrices candidatas.
Y se impuso a cuatro “noes” para conseguir que le hicieran la prueba para ser la protagonista.
¿Has visto “El Caso Asunta”?
Es tan buena en su papel que no te cabe en la cabeza que nunca le puedan dar un Goya por este papel.
Y es que los Goya son una pequeña farsa que gente como Candela, ha sabido aprovechar para conseguir trabajo
Y demostrar que es muy buena.
Una y otra vez.
Sin oportunidades, da igual lo bueno que seas.
Atrévete a pedir y vas a flipar.
Hablando de flipar.
Penúltimo día que te ofrezco esto.
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