Imagina que tu jefe te paga con ego: Reflexión sobre el valor y las redes sociales

Imagina que tu jefe te paga con ego. Trabajas gratis a cambio de esa moneda que no paga facturas, que no vale ni como propina.

El cambio inesperado

Cuando el ego deja de ser suficiente

De repente, un día, tu jefe deja de pagarte con ego. Ya no te paga con nada. Decide no respirar y deja de comunicarse contigo. Pretende que trabajes GRATIS, GRATIS, GRATIS. Y que seas tú el que averigües lo que has hecho mal. Para que, si de chiripa lo averiguas, lo corrijas y vuelvas a portarte bien. A cobrar por ego. Solo ego.

En el fondo sabes que, si tu vida dependiera de este Jefe, vivir debajo de un puente te parecería un lujo. Repleto de ego.

Las redes sociales y el valor percibido

La desilusión con las plataformas

Eso pasa con las redes sociales. Una de ellas ha decidido, desde hace semanas, no mostrar mis vídeos. ¿Sabes qué? Que he dejado de publicar en esa red social. Antesala de borrar mi cuenta. A ver quién pierde más.

El rol en nuestras historias

En las historias que te cuentas, tú decides ir de Víctima o convertirte en Héroe. En las redes sociales de internet y en las de carne y hueso. Mira a ver cuál es tu rol en tus historias.

Reflexión final

El valor que te das y el que te dan los demás no siempre coincide. A veces, es necesario reevaluar y tomar decisiones drásticas para recuperar el control y la dignidad. No permitas que nadie, ni siquiera una red social, te haga sentir menos de lo que eres.