Cómo maximizar tu productividad con horarios racionales de trabajo. También para becarios.

Como he comentado en libros anteriores, la conciliación de la vida personal y laboral es algo esencial en mi forma de vivir. Esto aplicaba también a cuando no tenía hijos, ni siquiera pareja.

Durante los primeros años en PCS, a pesar de comenzar a trabajar a las seis de la mañana, hubo muchos días en los que me iba a casa a las cinco de la tarde. Una situación insostenible.

No era extraño en aquel contexto, encontrar al día siguiente una notita en mi mesa que decía: “el jefe llamó a las 17:30 y preguntó por ti”.

Esto que sucedía a finales del siglo pasado, sigue pasando.