El secreto del éxito: cómo no mostrar necesidad puede llevarte al siguiente nivel

En el año 2010 yo era monologuista en plena ebullición.

Debuté con Paramount Comedy y al mismo tiempo, me presenté a muchos concursos de comedia.

En todos perdí por goleada.

En todos aquellos que me preparé a conciencia.

Rocé el ridículo en muchos.

Pero gané Uno.

El Premio Gordo.

Un concurso de monólogos de Telefónica cuyo premio era un viaje a las Vegas para dos personas para ver a Seinfield en directo. Viajando en Business.

Descubrí varias cosas en este viaje:

- Que viajar en Business consiste en que te enborrachan antes de explicarte lo de las emergencias del avión.

- Que en Las Vegas no hay taxista que te pueda engañar porque solo hay una Avenida.

- Que Las Vegas tiene la Agenda Cultural más alucinante que he visto jamás.

- Que ganar mola. Mucho más que participar y divertirse.

En aquella época yo era un pardillo de marca que pedía perdón por triunfar en algo.

No tenía Síndrome del Impostor. Era el Impostor.

Gané ese concurso enviando un vídeo de uno de mis monólogos.

Lo grabé una noche después de una actuación desastrosa en un local.

Me fui a otro local, invitado por mi profesor de teatro de aquella época.

Estaba tan quemado que me desaté y la actuación me salió de lujo.

La envié sin editar. Pensando que perdería de nuevo. Cero apego al resultado.

Esa fue la clave.

Los que me premiaron valoraron la espontaneidad de mi actuación imperfecta.

Y gané.

Y mola mucho ganar.

Doce años después, ayudo a otros a ganar.

Por ejemplo, a los emprendedores de esta Conferencia Desatada.

¿Todavía no la has visto?

Ha pasado un día más y te queda una excusa menos.

PD: Tres renglones por encima.

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Nacho Caballero. Copywriter experto en Storytelling y Storybrand