El divorcio está de moda

Hasta Coca-Cola y Nestea han decidido que ya no aguantan más. Se separan.

Sí, has leído bien, a partir de Nochevieja, Nestea desaparece.

¡Divorcio a la vista!

Claro, en este caso hablamos de marcas, de dinero, de negocios. Lo de siempre. Pero me lleva a reflexionar sobre cómo estamos banalizando las separaciones.

¿Es el divorcio un simple trámite?

Hoy en día, romper una relación o una familia parece algo normal, un trámite administrativo más.

Y lo que me preocupa es la facilidad con la que se toma esa decisión.

He estado en primera línea de más de 300 bodas, y te puedo asegurar que muchas personas se casan por inercias. Nos hemos acostumbrado a ver el matrimonio como una simple elección entre Coca-Cola y Pepsi.

Divorciarse: ¿Una solución fácil?

El problema es que el divorcio se ha convertido en la solución rápida.
"Ah, bueno, no pasa nada, lo dejamos y listo".

Pero, ¿qué pasa con los niños? Ellos son los más afectados por estas decisiones tomadas a la ligera.

Los padres se separan pensando que “es lo mejor para todos”.
¿Están seguros? Lo que se presenta como un alivio para los adultos, puede ser una condena para los niños.

Una semana de madre y otra de desmadre

Vivimos en una sociedad donde las separaciones se están normalizando.
"Una semana de madre y otra de desmadre" parece ser el lema de muchos divorcios.
Y aunque este eslogan suena divertido, la realidad es mucho más dolorosa para los hijos.

No estoy diciendo que tienes que quedarte con alguien solo por el bien de los niños. Eso sería un error también. Pero muchas veces, las decisiones se toman sin reflexionar.

La madurez emocional es la clave

El problema es que el matrimonio y la paternidad se están tomando a la ligera. Se confunde ser padres con ser compañeros de piso. Y cuando todo se va al traste, los niños son los que pagan el precio.

Lo que digo es que muchas veces no nos detenemos a pensar. No frenamos a tiempo. Y cuando lo hacemos, ya es demasiado tarde.

En una charla TED, hablo de esto y, te aviso, provocará más de una baja en esta lista de correo. Pero hay que decir la verdad: ser padre o madre es mucho más que estar o no estar juntos.

Responsabilidad antes que inercia

Ser padre no es solo seguir adelante sin más.
Es hacer las cosas bien, con responsabilidad. Y eso no siempre significa continuar, pero tampoco significa tirar la toalla a la primera de cambio.

La realidad es que es más generoso el que decide no tener hijos porque no quiere, que el que los tiene sin querer.

No es cuestión de aguantar. Es cuestión de madurez emocional. Y de no condenar a los niños a un divorcio tomado con la misma facilidad que elegimos entre Coca-Cola y Nestea.

Reflexión final

Te dejo mi charla TED para que la veas, y si no estás de acuerdo, pues ya sabes qué hacer con este correo.

Porque ser padre o madre implica una responsabilidad mucho más grande de lo que a menudo creemos.

Y para los que estamos comprometidos a hacerlo bien, no se trata solo de seguir o no seguir juntos, sino de hacer lo correcto.