Cómo piratear tu propio contenido para obtener ventajas competitivas

Hoy quiero hablarte de no desperdiciar esfuerzo en causas perdidas.

Te hablo de intentar que la gente no te copie o no piratee tus libros.

A mí me ha pasado y me lo tomé como síntoma de que lo que hago interesa a la gente.

Incluso a los piratas de medio pelo.

Esto me hace recordar a Serafín.

Era el dueño de una tienda de discos de mi más ardiente adolescencia: "SeraDiscos".

Un crack del Naming.

En 1988 dejé de escuchar a Dartacan y Sopa de Amor y pasé a disfrutar con los Hombres G (SÍ, he dicho DISFRUTAR)

Fue Serafín el que me descubrió a mi grupo favorito: OMD (Maniobras Orquestales en la Oscuridad). Eso es un nombre y lo demás son tonterías.

¿Que cómo maridan los G y OMD? Ni idea. Mi Yo adolescente tenía estas cosas.

El caso es que, cuando no estaba en un videoclub eligiendo pelis, estaba en SeraDiscos. Aunque no siempre tenía dinero para comprar.

Serafín lo sabía y se convirtió en su propio pirata.

Te explico.

Para todos aquellos hijos de familia modesta que no podíamos pagarnos el disco original, nos ofrecía una grabación en una TDK a cambio de 500 pesetas. Alucina.

¿Piedras en su propio tejado o retención de clientes de bajo poder adquisitivo? Llámalo arroz.

Además, al final de ambas caras de la cinta, me grababa una canción cebo de cosas que sabían que me gustaban: "Eloise", entre ellas.

¿Y por qué te cuento todo esto?

Porque tengo una Conferencia Desatada con un precio ridículo que todo el mundo puede pagar.

Otra cosa es que quieras.

Hay tanto valor en ella, que ojalá alguien la piratee.

¿Porque sabes lo que pasará con los que la consigan pirateada? Nada. Porque lo Gratis se desprecia.

Para todos los demás, aquí la tienes.

PD: Arriba.

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Nacho Caballero. Copywriter experto en Storytelling y Storybrand