Cómo afrontar que los hijos crecen (y qué tiene que ver con los negocios)

El momento en que te das cuenta de que todo cambia

Un padre recoge a su hija a la salida de la discoteca.

Ella sube al coche, mascando chicle de menta.

Él no dice nada.

Pero lo entiende.

Ese chicle no es chicle.

Es un aviso.

De que su hija está creciendo.
De que las reglas han cambiado.
De que ya no puede controlarlo todo.

Esta semana, mi hijo ha estado cinco días fuera con el colegio.

La primera vez que pasa tantas noches lejos de casa.

Y aunque no creo que tenga que preocuparme por el chicle de menta todavía, sí que he sentido lo inevitable.

Cada vez pasará más.

Porque así es la vida.

Se llama cambio.

El miedo al cambio en la paternidad y en los negocios

Este miedo no es exclusivo de los padres.

También lo viven muchos emprendedores.

Se aferran a estrategias que ya no funcionan.
Intentan controlarlo todo por miedo a lo desconocido.

Siguen aplicando métodos de hace diez años y se sorprenden cuando ya no dan resultado.

Pero la verdad es otra.

Cuanto más intentas aferrarte a lo que fue, más difícil es aceptar lo que viene.

Y cuando por fin te das cuenta… ya es tarde.

Cómo adaptarse a los cambios sin quedarse atrás

El problema no es que los hijos crezcan.
El problema no es que el mundo cambie.

El problema es no evolucionar con ellos.

Si quieres evitarlo:

• Acepta que el control es una ilusión. No puedes preverlo todo.
• Rodéate de personas que te ayuden a avanzar. No de quienes te dicen que sigas igual.
• Aplica lo que funciona ahora, no lo que funcionó antes.

Por eso creé Efímera.

Porque en negocios y creatividad, lo que no se aplica, desaparece.

Aquí no se acumula información.
No se debate sobre teorías.

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