Air France 447: 228 muertos por no decir lo que pasaba

Air France 447: 228 muertos por no decir lo que pasaba

Esto no va de aviones.
Ni de tormentas.
Va de lo que pasa cuando nadie se atreve a hablar.

1 de junio de 2009. Vuelo AF447. Río - París.

El avión atraviesa una tormenta en mitad del Atlántico.
Los sensores fallan. El piloto automático se desconecta.

Y el comandante…se va a dormir.

Sí.
En plena noche.
Deja a dos copilotos sin mando claro.
Y uno de ellos, sin saber cómo reaccionar,
tira del joystick hacia arriba.

Durante tres minutos.

Eso pone al avión en pérdida total.
Y empieza la caída.
Lenta. Irreversible. Mortal.

Durante esos 180 segundos,
nadie dijo:

“Estamos cayendo.”
“Esto no está bien.”
“Alguien haga algo.”

Porque nombrarlo habría sido asumirlo.
Y el ego lo impidió.

Murieron 228 personas.
No por la tormenta.
Por el silencio.

¿Te suena?

Valencia, octubre de 2024.

Lluvias históricas.
Una ciudad desbordada.
Y 224 muertos.

Otra tragedia que llegó más por descoordinación que por fatalidad.
Alertas tarde. Rescates mal planificados.

Y una vez más:

los que tenían que estar… no estaban.

¿Y en tu empresa?

• ¿Quién está al mando en las crisis?

• ¿Quién se atreve a decir lo que ve?

• ¿Quién da la voz de alarma cuando el agua sube?

• ¿Quién suelta el joystick cuando toca?

Porque muchas organizaciones no mueren de golpe.

Mueren en silencio.
Lentamente.
Con sonrisas falsas en reuniones inútiles.

Yo no trabajo con los que quieren seguir callando.

Trabajo con los que se atreven a mirar la tormenta de frente.
Y decir:
“Vamos a cambiar antes de que sea noticia.”

Formo equipos que deciden.

Que lideran.
Que hablan a tiempo.

Antes del mar.
Antes del barro.
Antes de que ya no haya nada que salvar.

¿Notas turbulencias en tu equipo?
Habla ahora. O prepárate para la caída.

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