3 ideas para disfrutar en los viajes de trabajo

Hoy quiero compartir contigo ideas que muchas veces pasan desapercibidas, pero que son las que realmente nos hacen disfrutar de los viajes de trabajo y que nos generan nuevas oportunidades laborales.

1. Concéntrate como si fueras un deportista de alto nivel.

Si tu evento es, por ejemplo, a las 22:00, olvídate de llegar en el AVE de las 21:00 y hacerlo todo deprisa y corriendo.

He mencionado que llegas en AVE porque considero que es el transporte prioritario para poder llegar descansado y con una buena relación calidad/precio. Es cierto que hay ciudades que no disfrutan de esta infraestructura. Aquí entramos en si estás dispuesto a realizar eventos, como es mi caso, en ciudades que te impliquen conducir durante más de dos horas. Si puedo evitar ese tipo de trabajo... los evito.

Aparte de llegar con al menos dos horas de tiempo para relajarte en el hotel, también es importante el alojamiento que elijas. No necesitas un hotel de cinco estrellas pero te recomiendo que elijas un lugar en el que te sientas a gusto; habitación amplia y con algún espejo si, como es mi caso, se trata de ensayar una ponencia o monólogo.

Piensa que ya no estás de interrail y que en este tipo de viajes es más importante la calidad de la habitación y servicio que la ubicación céntrica del hotel. El criterio primordial tiene que estar relacionado con la cercanía a tu evento o lugar de trabajo durante el viaje.

2. Cuida de ti las horas previas a tu viaje de trabajo.

Tendemos a pensar que si tenemos un viaje en AVE de tres horas... ya dormiremos en el tren. Error. Es mejor cuidar de nosotros, de nuestro descanso y alimentación en las horas previas a realizar nuestro viaje de trabajo. Hago especial hincapié en eliminar horas antes la cafeína para propiciar momentos de relajación durante el viaje.

A mi me suele pasar que, cuando tengo un viaje en tren de varias horas, confío en poder realizar muchas de mis tareas pendientes para el evento durante el viaje. Eso evita que comience mi relajación y preparación desde el momento en el que comienzo a desplazarme sobre raíles.

Lo ideal es que durante el viaje demos un repaso ligero a lo que tenemos que realizar cuando lleguemos al lugar de nuestro evento, nada más. El resto del tiempo debería ser para leer, escuchar un podcast, mirar por la ventanilla o ver una peli. La del tren no porque llegarás con un esguince en el cuello.

3. Si estás al cien por cien darás lo mejor de ti.

Si has cumplido con los dos puntos anteriores tienes asegurado que llegarás en el mejor momento posible a la hora de darlo todo en tu evento. En mi caso se trata de situaciones en las que necesito estar disponible al doscientos por ciento durante unos minutos para que la satisfacción de mis clientes sea máxima.

Otro de los motivos por los que tienes que llegar pletórico al momento de ejecutar tu trabajo es porque, de la impresión que dejes, depende que puedan surgir nuevos clientes y proyectos.

Hay otro beneficio colateral de prepararte física y mentalmente para del los viajes de trabajo. Se trata de sentir la satisfacción del trabajo bien hecho como eje fundamental que se convierta en un premio personal y emocional. De lo contrario, lo más posible es que termines cogiendo manía a viajar por motivos laborales e incluso te plantees dejar de hacer cosas que, en realidad, haces muy bien cuando estás al cien por cien.